La plenitud

Quizás el 27 de mayo de 2009 haya superado al 17 de mayo de 2006. Aquel día era el cumpleaños de servidor: llegaba a  la mayoría de edad y el Barça me regalaba la primera ‘Orejona’. Ayer me regaló más: me dio orgullo, ése que tenemos que sentir cada uno de los barcelonistas que ocupamos un lugar en el mundo. Ayer el Barça dejó de ser víctima para convertirse en verdugo. Teníais que haber visto las caras de mis compañeros de Facultad cuándo he aparecido con la camiseta esta mañana. Nadie levantaba la mirada del suelo.

Tras mucho renegar, tras innumerables fatalismos, después de esperar tanto por un momento de gloria… resulta que un buen día ocurre: el mundo se rinde a ti. Cualquier sello culé que haya sido paseado hoy es admirado, respetado y alabado por cualquier amante de este deporte. No hay discusión: Pep y los suyos merecíann un puesto de honor en el salón de la fama futbolística. Incluso aquellos que clamaban por la suerte azulgrana contra el Chelsea sabrán que fue necesaria. Este equipo la merecía. El fútbol la merecía. Si alguien debía sentar cátedra, ése era el Barça de anoche.

Por eso me siento pleno, orgulloso y superior. Eso es lo que se siente cuándo todos deben levantar la vista para verte. No es prepotencia, es alegría, pero no una cualquiera, sino la plena. Sólo poder presumir dentro de unos años de que «yo viví aquel Barça» (porque a este equipo no hay que verlo, sino sentirlo) es para descansar en paz. Porque ya no podrán ponernos la etiqueta de segundones, no. Ahora tenemos algo que nadie consiguió: el triplete.

No puedo pedirles nada a los jugadores. Ni siquera a Pep. Ya me han dado más de lo que quería. Quizás esto nunca se vuelva a repetir. Quizás sí, pero yo no lo vea. El caso es que este se disfrutará siempre, se recordará y quedará guardado en la retina, ya no sólo de los culés, sino de los amantes del fútbol. Porque ayer el Barça se doctoró, aprobó con matrícula de honor y demostró que no es utópico ganar y encandilar. Ni siquiera desearé que se mantengan. No hay que exigir. Ya nos han dado la plenitud, algo que nunca tuvo nadie en este país.

P.D. Propongo poner el nombre de cada jugador a una calle en Barcelona. Estos se lo merecen. ¡Ah! Y la de Pep también, por supuesto.

Pichi – 28.05.2009

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Tus claves no existen, Mou

Sólo faltaba un pequeño detalle para que el partido que veremos el próximo martes entre el Barcelona y el Chelsea se convirtiera en una nueva edición del ‘clásico’ europeo que hemos venido contemplando en los últimos años: que José Mourinho hablara días antes de la batalla.

El portugués pretende hacerse notar incluso ahora que ya no entrena a los blues y hace lo propio con el Inter. En una entrevista concedida al Daily Mail, el técnico nerazzurro «desvela» las claves para batir al Barça y asegura que si hay un equipo en el continente que pueda parar a los de Pep, ese es el Chelsea.

‘Mou’ destaca varios emparejamientos a lo largo y ancho del terreno de juego: Essien con Xavi, Terry con Eto’o y Lampard con Messi (estos últimos no por posiciones y sí por importancia para sus respectivos clubes).

Nuestro amigo traductor se olvida de un pequeño hombre que últimamente no lo está haciendo nada mal. Un tal Andrés Iniesta. Ni siquiera nos vamos a detener a hablar de lo importantes que podrían ser jugadores como Henry, Touré o el propio Alves. Con el de Albacete nos basta para derribar las teorías del luso.

TUS CLAVES NO SIRVEN EN EL CAMPO.

Mourinho habla de la relevancia de Essien en el plantel de Guus Hiddink y afirma que es el único capaz de entorpecer el brillante juego de Xavi. Lo que José no sabe o no quiere entender es que si tapas a Xavi, si lo encierras en alguna zona del campo, imposibilitándole el hacerse con el balón y distribuirlo hacia sus compañeros, probablemente tendrás un nuevo problema: Iniesta, que andará correteando de aquí por allá, más solo que la una.

¿Que Hiddink puede poner a otro hombre encima del manchego? Pues claro, y dos, y tres, y cuatro también, pero, desafortunadamente para los de Londres, sólo dispondrán de 11 futbolistas sobre el campo el próximo día 28, así que el holandés tendrá que utilizar muy bien a sus piezas.

Por otra parte, si The Special One espera ver un duelo entre Eto’o y Terry, pues, sinceramente, la lleva clara. Más que nada porque el camerunés es experto en sacar centrales de su zona para que sus amigos entren por la misma como Pedro por su casa. En otras palabras, que nos vendría de maravilla que el capitán de la selección inglesa se dedicara a intentar frenar al africano y de esa forma nos dejara huecos por los que pudieran colarse Henry, Messi o el propio Iniesta, que es omnipresente y como tal está en todas partes.

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El camino es más importante que la posada

Así lo decía Cervantes y así lo recoge Ortega y Gasset en «La Rebelión de las masas». Dicha cita me parecía un buen símil con el actual paso del Barça, ése que nos encandila a todos y nos hace creernos especiales, afortunados y dichosos de su fútbol, de la filosofía de un Pep sediento de victoria.

Es el momento dónde el equipo vive sumergido en la exigencia máxima. La lupa culé y, por qué no decirlo, la madridista, viven pendientes de lo que hace este equipo. Cada paso, cada mínimo avance se examina en busca de errores, reproches o, incluso, desestabilización. Lo peor de todo es que no todas las dagas vienen desde la capital.

Por todo ello digo que el ‘partido a partido’ será siempre más relevante que el éxito final, porque levantar una copa sólo es el clímax del trabajo bien hecho, pero ahí termina todo. Si el Barça alza uno, dos o tres títulos no me servirá para autocomplacerme ni para escribir todo el verano de lo bueno que ha sido el equipo. Es ahora cuando hay que disfrutarlo, cuando hay que vivirlo y exprimir el regocijo que produce esta plantilla.

El final se acerca, y no me refiero sólo al de las competiciones. Mi consejo es sencillo y puede que resulte hasta manido: disfrutad cada 90 minutos como si fueran finales porque ya tenemos el ejemplo del Barça de Rijkaard, aquel que supuestamente iba a hacer historia.

Pichi – 08.04.2009

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Me gusta el Bayern

Ante todo, que quede claro que la afirmación «me gusta el Bayern» quiere decir que me gusta como contrincante; lo que es el equipo me parece una auténtica mierda, si hablamos de historia y de odios personales. Si, en cambio, nos centramos en el presente, el alemán me parece un club con unos dos o tres muy buenos jugadores, una defensa lenta y vieja y una columna vertebral de futbolistas de nivel medio cuyo momento de forma influirá bastante en el devenir de los nuestros en la Champions.

Eso sí, el resultado final de la eliminatoria dependerá en buena parte de lo que sea capaz de hacer nuestro Barça; si los Messi, Iniesta, Henry, Xavi y compañía rayan a su mejor nivel, el cuadro bávaro no será rival alguno y terminaremos superándolo. Sí o sí, como decía José María.

Para pasar por encima del conjunto muniqués, será necesario que los nuestros estén al 100% y es por ello por lo que es necesario que se active ese ‘Plan B’ del que hablábamos hace unos días. El llegar a la final de la Liga de Campeones debe ser el objetivo para un equipo que, como se ha repetido mil y una vez, está hecho para marcar una época.

Pues bien, las hazañas se consiguen en Europa y no ante el Sporting o el Numancia, con todo respeto para ambos. El oponente con el que nos veremos las caras es un club renovado de arriba a abajo y que, si en la competición doméstica no está donde querrían estar, en la Champions sí que han demostrado esta misma temporada que vuelven a ser ese plantel competitivo que sabe comportarse en las ocasiones especiales.

Para enfrentar al Bayern, habrá que tener los ojos bien abiertos y a todos los hombres en plena forma. El adversario será difícil y habrá que derrochar sangre y sudor para derrotarle. No, no se preocupen por las lágrimas; las ponen ellos.

DoKiÈh – 20.03.09

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